El delantero deja en el aire su continuidad en el combinado portugúes pero el seleccionador Fernando Santos da por segura la presencia de CR7
“Orientales, la patria o la tumba, libertad o morir… Es el voto que el alma pronuncia, Y que heroicos, sabremos cumplir”. El himno de Uruguay, que es una metáfora del fútbol y el carácter de su selección, aún retumbaba en las gradas del estadio Olímpico de Sochi cuando Cristiano Ronaldo enfilaba cabizbajo la bocana del vestuario. Con 33 años es probable que esas fueran sus últimas huellas en un Mundial. “No es momento de hablar de mi futuro, pero está selección está en buenas manos”, dijo en la televisión portuguesa. “Nos vamos con la cabeza alta; como capitán de la selección estoy muy orgulloso del equipo, del equipo técnico y de la organización”, añadió en un tono críptico que sonaba a despedida.
Por la zona mixta pasó tranquilo, incluso soltó un par de sonrisas y un abrazo a un periodista conocido. Se fue sin hablar con los medios, como ha hecho durante todo el Mundial. Solo ha comparecido cuando fue elegido mejor jugador del torneo y no admitió preguntas. Este campeonato significaba una ocasión para abrir un mercado que se le cierra por sus altos emolumentos, por su edad y por el coste de un hipotético traspaso. El Paris Saint-Germain, según fuentes cercanas a su dirección deportiva, no le quiere. Ha intentado jugar un papel de líder y ascendente sobre las jóvenes promesas de Portugal, que no le han acompañado.
Si Cristiano esbozó esas sonrisas, su seleccionador, Fernando Santos, era un hombre apagado. “No tengo ganas de discutir, ni de debatir, ni de hablar del arbitraje. Sabemos que la gente en Portugal está en las plazas, unidos y hemos sentido su apoyo. Quisiera dirigirme a ellos, para decirles que yo y el vestuario compartimos su tristeza. Hubiera preferido jugar peor y haber ganado, aunque siempre se podrá decir que podíamos haber jugado mejor”, advirtió Santos.
Su explicación para la derrota radicó en el sistema defensivo de Uruguay. “Estos partidos siempre dependen de quién marca primero y ellos lo hicieron. Sabíamos que se iban a colocar bien y jugamos con una línea de cuatro porque ellos juegan dando anchura al centro del campo. Tratamos de jugar con volantes para tratar de pasar por detrás de su defensa. En el primer tiempo no lo hicimos, pero en el segundo sí”.
En cuanto a Cristiano, Santos dio por sentado que seguirá en el equipo. “Cristiano todavía tiene mucho que dar a la selección. Tenemos un equipo con jugadores muy jóvenes y hoy, más que nunca, necesitamos a nuestro capitán. Él siempre dijo que no nos va a faltar ahora. En septiembre hay una nueva competición de selecciones que queremos ganar”, dijo en relación a la fase de clasificación para la Eurocopa 2020.
Por su parte, Óscar Tabárez, técnico de Uruguay, se mostró orgulloso de la clasificación: “Estamos en el lugar que queríamos, pero no en el que pensaba la mayoría. Tenemos que ser humildes. No es fácil llegar a cuartos de final. El capitán les estaba haciendo su arenga cuando iban a salir y les decía: ‘ hoy jugamos por el padre, la madre, el hermano, el amigo, así que salgamos a ganar’. Es algo que tenemos. Los jugadores deben traer al vestuario el cansancio y la victoria. El cansancio de haberlo dejado todo ahí fuera”, declaró tras el partido.